En el Oxford American Dictionary aparece una definición breve y precisa. Pseudociencia: cualquier conjunto de conocimientos, métodos, creencias o prácticas que, alegando ser científicas, en realidad no se rigen por el método científico.
En la pseudociencia es usual encontrar una sutil apropiación de términos científicos conocidos para designar, de forma tergiversada, supuestos objetos o fenómenos cuya existencia ni siquiera está comprobada. De esa manera se trata de dar apariencia científica a lo que no lo es, presentando las creencias como si fueran evidencias. Y no siempre se hace a propósito o conscientemente, sino más bien por desconocimiento acerca de la ciencia y su metodología. Se crea de esta manera una especie de subcultura marginal que pretende ser ciencia sin aplicar sus métodos, deformando los conceptos científicos.
Figura 1.- ‘Método’ pseudocientífico
Ahora bien, revisando las raíces griegas encontramos que este neologismo está formado a partir de pseudo-falso, y la palabra «ciencia»: ‘falsa ciencia’. El término tiene connotaciones peyorativas, porque se usa para indicar que las materias así etiquetadas son errónea o engañosamente presentadas como científicas. Por este motivo, aquellos que cultivan determinada «pseudociencia», normalmente rechazan esta clasificación.
Características de la pseudociencia
- No tienen consistencia interna y externa.
- Son dogmáticas.
- Proclaman teorías para las que no aportan pruebas empíricas, que a menudo contradicen abiertamente las observaciones o resultados experimentales conocidos y aceptados.
- Son incoherentes con el cuerpo teórico de disciplinas relacionadas, invalidando las explicaciones admitidas sin ofrecer alternativas mejores para la explicación de los mismos fenómenos ni reconocer la necesidad de hacerlo.
- Son inmutables. Al no tener bases experimentales, no cambian incluso ante nuevos descubrimientos (como excepción especial están las matemáticas). La máxima autoridad teórica se le sigue atribuyendo al fundador o fundadores de la disciplina, y sus enseñanzas son tratadas como escrituras sagradas.
- Utilizan ante el público un lenguaje oscuro, o emplean términos que tienen un significado preciso en ciencia con sentidos totalmente diferentes.
- No cumplen la estrategia de la navaja de Occam (también conocido como principio de parsimonia), que es un método heurístico de búsqueda creativa de soluciones que propone que, en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla es la que se debe considerar como la más probable. O cuando la cumplen es basándose en la utilización de «ganchos celestes» (por ejemplo el creacionismo lo explica todo con base en un sola entidad : Dios).
- Descalifican las críticas por parte de las ciencias, a menudo, utilizando falacias ad hominem, aduciendo conspiraciones o proclamándose objeto de persecución cuando sus planteamientos son rebatidos.
- Invocan entes inmateriales o sobrenaturales, tales como fuerza vital, creación divina, inconsciente metafísico, quinta esencia, etc. de los que proclaman a la vez, contradictoriamente, que intervienen en fenómenos observables, pero que son inaccesibles a la investigación empírica.
- Los promotores de la teoría hacen poco esfuerzo para desarrollarla de forma tal que supere los problemas a los que se enfrenta. Carecen de la vocación autocritica propia de los verdaderos científicos .
- Proclaman y exigen que se reconozca su carácter científico, pero sólo ante el público general, renunciando o siendo muy reticientes a poner a prueba sus explicaciones ante la comunidad científica establecida. El hecho de reclamar estatus científico las diferencia de otros campos, como la religión o la metafísica.
- Es facil, es decir, no requiere un largo aprendizaje. Esto se debe a que no se fundamenta sobre un cuerpo de conocimientos auténticos. La pseudociencia y (sobre todo) sus ‘especialistas’ y divulgadores no necesitan leer gruesos tomos de biología, ni realizar trabajos de química organica o ‘vérselas’ con la física cuántica o las matemáticas mas duras y puras. Tan solo repite conocimientos, gran parte adquirido de los auténticos científicos y de las leyes y teorias que establecen, o bien inventan fórmulas huecas e imposibles de comprobar.
- Se mantiene al margen de la comunidad científica. Es decir, sus practicantes no publican en revistas especializadas ni participan en seminarios ni en congresos abiertos a la comunidad científica.