Esta entrada participa en la edición XXVI del Carnaval de Biología cuyo blog anfitrión es La Rueda de los Inventos. En esta ocasión, la temática es “Biología para todos los Públicos”, espero este post sea de su agrado.
Cuando escuchas hablar acerca de ‘Seres vivos’ probablemente lo primero que te viene a la mente son los animales y personas que te rodean o que te son más familiares, quizás pienses en tus mascotas (Un perro, un gato, un hámster, un canario, peces, etc.), o lo animales en el zoológico, o en humanos, tales como tus padres o amigos. Piensa en ello un poco más y te darás cuenta de que las plantas están vivas también. Piensa en el árbol que más te gusta escalar o las hojas que caen en el otoño. Piensa también en todo lo inerte que te rodea, objetos sin vida que ves todos los días, y originalmente, tenían vida. Por ejemplo, la madera de tu mesa la vino de un árbol, al igual que el papel con el que se imprimen tus libros o revistas favoritos, los hilos de seda pura en la corbata de tu papá o en el vestido de tu mamá, hilados por orugas de las polillas de seda, la lana de tu abrigo de invierno que alguna vez ayudo a una oveja a permanecer caliente, o el carbón que utilizamos en las carnes asadas, que también tiene su origen en árboles de helechos gigantes que existieron hace millones de años, mismos que desaparecieron cuando el clima de la Tierra cambió.
Esas son probablemente los seres vivos que primero vienen a tu mente, pero, hay otros miles de organismos vivos en la tierra, en el aire y en el agua. Veamos un ejemplo, con una jarra transparente, toma agua de un estanque, y observa en su interior. Podrás ver pequeños animales acuáticos moviéndose rápidamente, pero, hay otros organismos allí, que no puedes ver, porque son demasiado pequeños para ser visibles al “ojo desnudo”, o dicho de otra manera, a simple vista. Para poderlos ver, se necesita un microscopio. Con su ayuda, serás capaz de ver a organismos que no sospechabas estaban presentes en el agua, en función a su naturaleza. Afortunadamente, existen microscopios disponibles en las tiendas departamentales, con los cuales podrías empezar a estudiar el ambiente que te rodea, y del que normalmente no te percatas.
¿Qué necesitas? Bueno, lo primero es tener un microscopio, el cual, si lo cuidas, te durará mucho tiempo, es la herramienta básica y la más importante en la exploración de la naturaleza de la vida. Gracias a él, podrás observar las estructuras más simples en las que está compuesta la vida, te abrirá a nuevos mundos, y tendrás experiencias emocionantes, además, será necesario que tengas material de soporte (Porta y cubre objetos), en los que colocarás los especímenes a observar. Pero ¿Qué es un espécimen? El espécimen es aquello que colocas en el portaobjetos. ¿Dónde los vas a recolectar? Es una tarea simple y sencilla, todos están a tu alrededor, solo necesitas caminar en tu casa o en tu jardín para recolectarlos y estudiarlos. Una vez que los tengas, podrás iniciar tus fascinantes exploraciones.
Uso del microscopio
Antes de iniciar tu aventura en el mundo de los seres vivientes, necesitas una habilidad importante, saber cómo utilizar tu microscopio rápida y correctamente. No importa el tipo de microscopio que poseas, regularmente, lucen como el de la imagen a continuación:
Es importante que conozcas las partes que conforman tu microscopio, y el uso de cada una de ellas. Es una buena idea recurrir a la ilustración mientras lees las instrucciones. Siempre carga tu microscopio sosteniéndolo de la Columna con una mano, y con la otra, sostén el pie. Colócalo con cuidado en una superficie firme, lo más cercano posible a una ventana, si esta opción no es viable, entonces colócalo cerca de una fuente cercana de luz artificial. Cuando estés listo para operar tu microscopio, alinea el Revólver Portaobjetivos para utilizar el de menor aumento, cuando esté alineado escucharás un ‘clic’. Ahora, mueve el espejo hasta que ‘capture’ la luz y la puedas dirigir a través del Diafragma y el Tubo Óptico, para percatarte de que fue exitoso, observarás una luz en el Ocular. ¿Ya la observaste? Excelente, ahora tu microscopio está listo para que comiences tus investigaciones.
¿Qué sigue? Ah, es simple, coloca tu portaobjetos en el centro de la Platina, dejando la muestra directamente sobre la luz que ves pasar por el diafragma. Con el Tornillo Macrométrico has que descienda el Revolver Portaobjetivos hasta que esté casi en contacto con tu muestra, posteriormente, coloca tu ojo en el Ocular, y con ayuda de los Tornillos Macrométrico y Micrométrico ve realizando ajustes, podrás ir observando como la muestra se va haciendo cada vez más clara.
Una vez que el espécimen ha sido enfocado, podrás utilizar el Revólver Portaobjetivos para ‘magnificar’ la visión de tu muestra, por lo que podrás observar más detalles. Práctica varias veces con tu microscopio para que puedas coordinar de mejor manera los movimientos de todas sus partes, un buen espécimen para practicar es un pequeño fragmento del periódico. Como parte de tus actividades iniciales de investigación, trata de observar un cabello, algodón, la capa externa de una cebolla (La más delgada), escamas de peces (Estas trata de conseguirlas cuando vayan a la pescadería, que te proporcionen la ‘piel’ y que te ayuden en casa a lavarla y a proporcionarte una pieza pequeña, suficiente para él portaobjetos), y una gota de saliva, te aseguro que encontrarás tus observaciones fascinantes.