Interacción Humana con los Ecosistemas
Todas las criaturas vivientes interactúan con el sistema terrestre (Combinación de tierra, atmósfera y océanos), lo cual forma nuestro medio ambiente. Así como el sistema terrestre cambia a través del tiempo, las especies reaccionan a esos cambios. En algunos casos, las especies se dispersan a nuevas localizaciones que concuerdan con sus hábitats preferidos. También pueden adaptar su entorno a los cambios ambientales, lo cual, en ocasiones, lleva a la formación de nuevas especies. Y, en otros casos, algunas especies se extinguen. Un ejemplo simple, de la actualidad, es el cambio en la población del oso polar. Dado que el clima del Ártico se ha calentado rápidamente en los últimos ~50 años, se ha incrementado su dificultad para alimentarse, así como su método de cacería (Acechando focas desde el mar congelado) se ha vuelto más precario conforme se va ‘retirando’ el hielo del Ártico. Eventualmente, con una pérdida casi total de la capa de hielo en el verano del Océano Ártico, los osos polares podrían extinguirse. A través de los cambios evolutivos, la dispersión y la extinción, los organismos también modifican el sistema terrestre, a menudo, de manera profunda. En escalas grandes, la evolución de los microorganismos productores de oxígeno permitió la evolución de los organismos multicelulares posteriores. Y a escala, digamos, local, los anímales grandes de África, tales como los elefantes, modifican de manera sustancial su entorno físico, alterando los patrones de vegetación y, en consecuencia, afectan el resto de su comunidad geológica. Por lo tanto, el estudio de la relación entre el medio ambiente y la evolución depende de la comprensión de las interacciones básicas entre procesos biológicos y los terrestres.
Los seres humanos somos parte del ecosistema mundial y tenemos una historia evolutiva que seguramente ha sido afectada por (Y a su vez, la hemos afectado) el sistema terrestre. El estudio de la evolución humana muestra que, al igual que otros organismos, los seres humanos hemos evolucionado a lo largo de un gran periodo de tiempo, enfrentando retos y oportunidades ambientales. Estos retos afectaron el cómo los primeros humanos aseguraron el suministro de alimentos, cómo encontrar refugios, cómo escapar de los depredadores, y desarrolló las interacciones sociales que favorecieron la supervivencia. La capacidad para hacer herramientas, compartir la comida obtenida mediante la cacería, controlar el uso del fuego, construir refugios y crear sociedades complejas basadas en la comunicación simbólica para así, sentar las bases de nuevas formas en las que los humanos interactuamos con nuestro entorno. En épocas más recientes, hemos interactuado con nuestro entorno a través de nuevas tecnologías que cambian rápidamente, cosechando alimentos e intercambiando recursos a grandes distancias. La forma de vida que ofrece la transición de recolección-cacería a la producción de alimentos tuvo tanto éxito, que el Homo Sapiens ha sido capaz de propagarse en todo el mundo, con el consecuente aumento en la densidad poblacional. Particularmente en los últimos siglos, estos desarrollos han llevado a una expansión dramática de la influencia humana en los ecosistemas globales.
La interacción dinámica entre los cambios ambientales y la especiación de homínidos, la extinción, el cambio adaptivo y el cambio en el tamaño de la población, ha jugado un papel importante en escalas de tiempo y espacio, muy diferentes. Veamos tres ejemplos para ilustrar la manera en la que los homínidos podrían haber interactuado con el sistema terrestre y algunas preguntas científicas perdurables que quedan por explorar:
- El “Colapso” Maya. Entre los años 750 y 1150 de nuestra era, la clásica Civilización Maya, del Sur de México y América Central se sometieron a una dramática transformación que implicó cambios complejos en la sociedad maya y un aparente colapso en el tamaño de su población, de aproximadamente el 70%. Los arqueólogos han sostenido una larga discusión acerca de las causas fundamentales de este colapso, y se han propuesto muchas explicaciones para esta enigmática historia. ¿Podría una comprensión del contexto del sistema terrestre ayudar a desentrañar las causas y efectos que intervinieron en el colapso de su población y las grandes transformaciones que sufrió esta civilización en este periodo particular de tiempo? Durante los últimos 20 años, la evidencia se ha acumulado a partir de núcleos de sedimentos tomados de los lagos y cenotes de la región que pueden ayudar a iluminar esta relación. Estos registros sedimentarios detallados muestran que la historia del clima en el periodo del colapso consistió en una serie de sequías prolongadas, separadas por la intervención de periodos más húmedos. La sincronización de estas sequías coincide con las indicaciones de los registros geológicos de las condiciones secas en otras partes de la América Tropical. Aunque muchos científicos han presentado argumentos a favor de un vínculo entre este periodo de sequía y el registro arqueológico de la disminución del tamaño de la población maya, la conexión permanece siendo controversial.
- Historias evolucionarias y climáticas del Homo sapiens y los Neandertales. Existe un cuestionamiento continuo sobre el posible efecto de las diferencias climáticas regionales sobre la evolución de dos especies separadas de homínidos: Homo sapiens y Homo neanderthalensis. La primera aparición del H. sapiens ocurre en África, a principios de la etapa glacial MIS-6. Los neandertales surgieron en Europa bajo condiciones extremadamente frías a mitad del Pleistoceno y continuaron existiendo allí a través de cambios rápidos de regímenes climáticos glaciales e interglaciares. Cada especie tiene características anatómicas distintivas que pueden inferirse a ser adaptaciones climáticas, los neandertales eran más pequeños, con los huesos más robustos en las extremidades y antebrazos más cortos, comparados con las poblaciones actuales adaptadas al frío, como los Inuit, por ejemplo, mientras que el esqueleto humano moderno posee huesos más largos y los huesos de las extremidades son más delgados, indicando adaptación a ambientes más cálidos. Eventualmente, el H. sapiens se expandió por todo el mundo, mientras que los neandertales se extinguieron hace ~28 mil años. Aunque el aspecto del papel que desempeñó el cambio climático en la creación y/o regulación de las diferencias de adaptación entre estas dos especies ha recibido apoyo, las relaciones causales entre los fenómenos climáticos y la anatomía de las especies permanecen sin determinarse.
- Cambios en la bipedalidad y vegetación. Existe una suposición desde hace muchos años, de que los homínidos se convirtieron en bípedos como consecuencia de la expansión climáticamente controlada de los pastizales en África (Desde 1871, con Charles Darwin). Sin embargo, esta suposición ha sido cuestionada, a raíz de los restos fósiles encontrados en los últimos 20 años junto con fauna que no indica la presencia de pastizales. La expansión de los pastizales en África durante los últimos tres millones de años se ha utilizado para sugerir la causalidad para muchos eventos en la evolución humana, incluyendo no solo el origen del bipedismo (Y por lo tanto, los primeros homínidos) sino también el desarrollo de los molares, el origen del Homo erectus, y el origen de dos linajes separados de homínidos (Vrba, Stanley; ver información adicional en Referencias). Estos últimos autores, sugieren que la vegetación se hizo más abierta con un menor número de árboles durante la aparición del Homo y Paranthropus, inducida por regímenes climáticos más fríos y secos de África, y que estos hábitats de pastizales fueron factores en los eventos de especiación de ambos linajes. Los pastizales se expandieron y contrajeron en África en los últimos 5 millones de años, y el grado en que estas expansiones y contracciones impactaron en la evolución humana, está siendo determinado.
Hay un elemento en común en estos tres ejemplos de interacciones entre nuestros ancestros humanos y el sistema terrestre: En cada caso, los científicos afrontan importantes limitaciones en las resoluciones de las fascinantes preguntas sobre nuestros orígenes e historia. Una transformación en nuestra comprensión de la historia humana requiere un mejor entendimiento de la sincronización de los eventos evolutivos y climáticos críticos, una mejora en el muestreo de fósiles y de evidencia arqueológica de intervalos críticos en la prehistoria humana, y (Quizás lo más importante) un cambio dramático en la manera en la que los científicos de la ciencias de la Tierra, del clima y antropólogos, trabajan en conjunto para interpretar esta historia.
Esta publicación participa en el X Carnaval de Geología alojado por Biblioteca de Investigaciones.
Referencias
Mayas
Kennett, D.J., Beach, T.P.
Billie L. Turner II, Peter Klepeis, Laura C. Schneider.
Arthur A. Demarest
Environmental Degradation and the Classic Maya Collapse at Copan, Honduras.
Richard R. Paine & AnnCorinne Freter
https://anthro.utah.edu/PDFs/painefreter96.pdf
Homo Sapiens y Neandertales
Pleistocene Homo sapiens from Middle Awash, Ethiopia
White et al.
The dispersal of Homo sapiens across southern Asia: how early, how often, how complex?
Robin Dennell, Michael D. Petraglia
Stratigraphic placement and age of modern humans from Kibish, Ethiopia
McDougall et al.
Bipedalidad
Charles Darwin.
Karin Isler; Carel P. van Schaik
Early hominid evolution and ecological change through the African Plio-Pleistocene
Kaye E. Reed.
Hey, buen día. Cómo seguramente recordarás, he decido realizar algo similar a un E-book de esta edición del geocarnaval.
Me gustaría saber ¿habría algún problema con que incluyera tus contribuciones? Obviamente señalaré que el trabajo es de tu autoría.
No me sirvió esta información que yo buscaba me desepciono esta pagina web
Lamento leer eso Daniel. ¿En qué te puedo ayudar? ¿Qué información buscabas?