{"id":1402,"date":"2017-11-23T21:37:18","date_gmt":"2017-11-24T03:37:18","guid":{"rendered":"http:\/\/laenciclopediagalactica.info\/?p=1402"},"modified":"2017-11-23T21:37:18","modified_gmt":"2017-11-24T03:37:18","slug":"exploracion-lunar","status":"publish","type":"post","link":"http:\/\/laenciclopediagalactica.info\/2017\/11\/23\/exploracion-lunar\/","title":{"rendered":"Exploraci\u00f3n Lunar"},"content":{"rendered":"
A manera de pr\u00f3logo<\/em><\/p>\n El registro geol\u00f3gico lunar contiene un archivo rico de la historia del Sistema Solar Interior, incluyendo informaci\u00f3n relevante para la comprensi\u00f3n del origen y evoluci\u00f3n del Sistema Tierra-Luna, la evoluci\u00f3n geol\u00f3gica de los planetas rocosos y nuestro ambiente c\u00f3smico local. Esta entrada proporciona una peque\u00f1a rese\u00f1a de la exploraci\u00f3n lunar a la fecha y describe como las iniciativas de exploraci\u00f3n futuras nos permitir\u00e1 avanzar en nuestra comprensi\u00f3n del origen y evoluci\u00f3n de la Luna, el Sistema Tierra-Luna y el Sistema Solar de una manera general. Esto desde luego, dependiendo de los avances cient\u00edficos posteriores, que requerir\u00e1n de la instalaci\u00f3n de nuevos dispositivos en la Luna, as\u00ed como la recolecci\u00f3n y env\u00edo de muestras adicionales de la superficie lunar. Algunos de estos objetivos cient\u00edficos se pueden lograr rob\u00f3ticamente, por ejemplo, mediante mediciones geoqu\u00edmicas y geof\u00edsicas in situ<\/em> y mediante misiones de muestreo cuidadosamente seleccionadas. Sin embargo, a largo plazo, la ciencia lunar se beneficiar\u00eda enormemente de las operaciones humanas renovadas en la superficie de la Luna.<\/p>\n Introducci\u00f3n<\/em><\/p>\n Desde una perspectiva cient\u00edfica, la exploraci\u00f3n lunar ha estado avanzando, y en el futuro tiene el potencial para continuar avanzando e incrementando el conocimiento humano en tres amplias \u00e1reas. En primer lugar, la Luna conserva un registro de la evoluci\u00f3n geol\u00f3gica primaria de un planeta rocoso (Incluyendo los procesos de diferenciaci\u00f3n planetaria y oc\u00e9ano de magma), mismos que los cuerpos planetarios m\u00e1s evolucionados han perdido desde hace tiempo, as\u00ed como las restricciones geoqu\u00edmicas y geof\u00edsicas en el origen y evoluci\u00f3n del Sistema Tierra-Luna. En segundo lugar, la superficie lunar, y especialmente los regolitos lunares, contienen registros de los procesos del Sistema Solar interior (Por ejemplo, flujo de meteoritos, densidad de polvo interplanetario, flujo y composici\u00f3n del viento solar, flujo de los rayos c\u00f3smicos gal\u00e1cticos, Etc.), a trav\u00e9s de la historia del Sistema Solar, mucho de lo cual es relevante para la comprensi\u00f3n de la historia y evoluci\u00f3n de nuestro planeta y su biosfera. En tercer lugar, la superficie lunar es una plataforma potencial para un amplio rango de investigaciones cient\u00edficas, principalmente la astronom\u00eda observacional (Especialmente la radioastronom\u00eda de baja frecuencia desde el lado lejano), pero, en un futuro posible tambi\u00e9n se puede extender a investigaciones en f\u00edsica fundamental, astrobiolog\u00eda, medicina y fisiolog\u00eda humana.<\/p>\n As\u00ed que, primero veamos un peque\u00f1o resumen hist\u00f3rico de la exploraci\u00f3n espacial, as\u00ed como las potenciales contribuciones futuras que la exploraci\u00f3n lunar puede contribuir al desarrollo de las dos primeras \u00e1reas mencionadas en el p\u00e1rrafo anterior. La tercera \u00e1rea, si bien es una parte importante de las futuras exploraciones lunares, la veremos en una entrada posterior.<\/p>\n Historia de la Exploraci\u00f3n Lunar<\/em><\/p>\n La investigaci\u00f3n cient\u00edfica moderna la Luna como cuerpo planetario inici\u00f3 con las observaciones telesc\u00f3picas de Galileo en 1609, y las observaciones telesc\u00f3picas de la cara visible (Desde nuestro punto de observaci\u00f3n, claro est\u00e1) han continuado desde entonces. Sin embargo, la mayor\u00eda de nuestro conocimiento de la evoluci\u00f3n geol\u00f3gica lunar, y sus implicaciones para la historia del Sistema Solar como un todo, se han obtenido a trav\u00e9s de la observaci\u00f3n directa de las sondas espaciales durante los \u00faltimos cincuenta a\u00f1os, aproximadamente.<\/p>\n La primera sonda espacial en llegar a la Luna fue la Luna 2, de la extinta Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica, la cual impact\u00f3 en la superficie lunar el 13 de septiembre de 1959. De mayor importancia para la geolog\u00eda lunar fue el vuelo de Luna 3, en octubre del mismo a\u00f1o, la cual complet\u00f3 el primer vuelo alrededor de la Luna y obtuvo las primeras im\u00e1genes de la cara oculta (Otra vez, desde nuestro punto de observaci\u00f3n) revelando que est\u00e1 en gran parte desprovisto de las oscuras extensiones de lava bas\u00e1ltica que dominan la cara visible. Despu\u00e9s de una pausa corta de seis a\u00f1os, Luna 9 aluniz\u00f3 de manera suave y obtuvo las primeras im\u00e1genes de la superficie lunar en febrero de 1966, y Luna 10 fue la primera sonda en permanecer en \u00f3rbita lunar en abril del mismo a\u00f1o.<\/p>\n Durante este per\u00edodo, el programa de exploraci\u00f3n lunar estadounidense comenz\u00f3 a acelerarse en respuesta al inicio del programa del Apollo por parte del Presidente Kennedy en mayo de 1961. Las primeras sondas lunares estadounidenses fueron la serie Ranger de ‘aterrizaje duro’ (Un aterrizaje duro ocurre cuando una aeronave o nave espacial golpea el suelo con una mayor velocidad vertical y fuerza que en un aterrizaje normal), dise\u00f1ados para tomar im\u00e1genes de mayor resoluci\u00f3n de la superficie antes de estrellarse contra ella, lo cual allan\u00f3 el camino para la serie Surveyor de aterrizajes robotizados entre 1966 y 1968. En paralelo, entre 1966 y 1967 los Estados Unidos de Am\u00e9rica, volaron una serie de gran \u00e9xito, las sondas Lunar Orbiter que fueron dise\u00f1adas para obtener im\u00e1genes de alta resoluci\u00f3n de la superficie lunar. Con resoluciones superficiales de varias decenas de metros, estas im\u00e1genes permanecieron durante mucho tiempo insuperables como un recurso para la geolog\u00eda lunar (Aunque ahora est\u00e1n siendo reemplazadas r\u00e1pidamente por las im\u00e1genes obtenidas por la C\u00e1mara de \u00e1ngulo estrecho de la Lunar Reconnaissance Orbiter). En gran parte, las misiones Lunar Orbiter fueron dise\u00f1adas para identificar posibles sitios de alunizaje para las misiones tripuladas de Apollo, entonces en desarrollo, de la misma manera que los Surveyors fueron dise\u00f1ados para proporcionar conocimiento del ambiente superficial, teniendo en mente los alunizajes tripulados.<\/p>\n El programa Apollo es de vital importancia en la historia de la exploraci\u00f3n lunar, y ha dejado un legado cient\u00edfico duradero. Entre julio de 1969 y diciembre de 1972 un total de doce astronautas exploraron la superficie lunar en las cercan\u00edas de seis sitios de alunizaje de estas misiones. El tiempo acumulado total en la superficie lunar fue de 25 d\u00edas-persona, con s\u00f3lo 6,8 d\u00edas-hombre dedicados a realizar actividades de exploraci\u00f3n fuera de los m\u00f3dulos lunares. Durante las seis misiones, los astronautas atravesaron una distancia total de 95,5 km desde sus sitios de aterrizaje, recogieron y devolvieron a la Tierra 382 kg de roca y muestras de suelo, se perforaron tres sitios de muestreo a profundidades de 2-3 m, se obtuvieron m\u00e1s de 6000 im\u00e1genes de superficie, y se desplegaron m\u00e1s de 2100 kg de equipo cient\u00edfico. Estos experimentos de superficie fueron complementados por observaciones de detecci\u00f3n remota realizadas desde los M\u00f3dulos de Comando y Servicio en \u00f3rbita.<\/p>\n Dos importantes programas rob\u00f3ticos sovi\u00e9ticos se superpusieron con Apollo y continuaron manteniendo viva la exploraci\u00f3n de la superficie lunar durante algunos a\u00f1os despu\u00e9s de que la exploraci\u00f3n humana cesara. Estos fueron los dos rovers \u2018Lunokhod\u2019 (Luna 17 y 21) que alunizaron en 1970 y 1973, y las tres misiones rob\u00f3ticas de muestreo (Luna 16, 20 y 24) de 1970, 1972 y 1976, respectivamente. Los Lunokhods fueron los primeros rovers robotizados teleoperados que operaron en otro cuerpo planetario. Lunokhod 1 oper\u00f3 durante 322 d\u00edas y atraves\u00f3 una distancia total de 10,5 km en el Sinus Iridum; Los n\u00fameros correspondientes para Lunokhod 2 fueron 115 d\u00edas y 37 km en el cr\u00e1ter Le Monnier en el borde de Mare Serenitatis. Durante sus recorridos, los Lunokhod hicieron mediciones de las propiedades mec\u00e1nicas del regolito (Usando un penetr\u00f3metro) y composici\u00f3n (Determinada usando un espectr\u00f3metro de fluorescencia de rayos X), as\u00ed como el entorno de radiaci\u00f3n superficial; Tambi\u00e9n llevaban reflectores que, similares a los desplegados por las misiones Apollo 11, 14 y 15, se han utilizado para medir la distancia Tierra-Luna y las libaciones f\u00edsicas de la Luna. Las misiones Luna 16, 20 y 24 recolectaron, y regresaron a la Tierra, un total de ~ 320 gramos de suelos lunares de tres sitios cercanos a la extremidad oriental de la cara visible. Aunque la cantidad de material recolectado fue peque\u00f1a comparada con la devuelta por Apollo, su separaci\u00f3n geogr\u00e1fica de los sitios de aterrizaje de Apollo hace que las muestras de Luna sean importantes para nuestra comprensi\u00f3n de la diversidad geol\u00f3gica lunar.<\/p>\n Despu\u00e9s de la misi\u00f3n de Luna 24 en 1976, hay casi veinte a\u00f1os de interrupci\u00f3n en la exploraci\u00f3n lunar, que s\u00f3lo se rompi\u00f3 en la d\u00e9cada de 1990 cuando las sondas Hiten, Clementine y Lunar Prospector volaron hacia la Luna y anunciaron una nueva era de exploraci\u00f3n lunar. Aunque pionero desde el punto de vista de la tecnolog\u00eda espacial, la sonda Hiten japonesa y su instrumento asociado de detecci\u00f3n de polvo no revelaron informaci\u00f3n nueva significativa sobre la Luna. Por otro lado, las misiones orbitales de Clementine y Lunar Prospector resultaron cruciales al proporcionar mapas geol\u00f3gicos y mineral\u00f3gicos globales de la superficie lunar. Los datos obtenidos por estas dos misiones mostraron claramente que la superficie lunar es geol\u00f3gicamente mucho m\u00e1s diversa de lo que se hab\u00eda sospechado sobre la base de las muestras de Apollo y Luna, y estimul\u00f3 renovado inter\u00e9s cient\u00edfico en la evoluci\u00f3n geol\u00f3gica de la Luna y sus implicaciones para la ciencia planetaria m\u00e1s ampliamente.<\/p>\n En parte, como resultado de este inter\u00e9s cient\u00edfico renovado en la Luna, y en parte como resultado de las potencias espaciales emergentes que desean mostrar la experiencia t\u00e9cnica reci\u00e9n adquirida, los \u00faltimos a\u00f1os han visto un renacimiento en la exploraci\u00f3n lunar conducida desde la \u00f3rbita. En estos a\u00f1os, los siguientes pa\u00edses han enviado al menos una sonda espacial a la \u00f3rbita lunar: Agencia Espacial Europea (ESA): SMART-1 (2003); Jap\u00f3n: Kaguya (2007); China: Chang’e-1 (2007), Chang’e-2 (2010); India: Chandrayaan-1 (2008); Y los Estados Unidos de Am\u00e9rica: Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO; 2009), GRAIL (2012) y LADEE (2013). Esta pl\u00e9tora de misiones orbitales ha a\u00f1adido informaci\u00f3n importante a nuestro conocimiento de la superficie lunar y, en el caso de Kaguya y GRAIL, al interior lunar. Sin embargo, es notable que ninguna de estas sondas espaciales fue dise\u00f1ada para alunizar en la superficie de la Luna de una manera controlada (Aunque el sat\u00e9lite lunar de observaci\u00f3n y detecci\u00f3n de cr\u00e1teres lunar [LCROSS, co-lanzado con LRO] y la Sonda de Impacto Lunar Chandrayaan-1 [MIP por sus siglas en ingl\u00e9s] se impactaron deliberadamente en la superficie lunar en un esfuerzo por detectar vol\u00e1tiles polares).<\/p>\n Intermedio: <\/em>Se ha predicho desde hace mucho tiempo que los polos lunares albergan sustancias vol\u00e1tiles en regiones que no han visto la luz del sol durante mucho tiempo, tal vez mil millones de a\u00f1os o m\u00e1s. Estas son conocidas como \u00abregiones permanentemente sombreadas\u00bb. La misi\u00f3n conjunta de la NASA y el Departamento de Defensa \u201cClementine\u201d a la Luna en 1994 fue la primera en sugerir mayores cantidades de hidr\u00f3geno en ambos polos lunares. Lunar Prospector confirm\u00f3 entonces el aumento de hidr\u00f3geno en los polos en 1998. M\u00e1s recientemente, las misiones Chandrayaan-1, Lunar Crater Observation and Sensing Satellite (LCROSS) y Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) detectaron 3 tipos de vol\u00e1tiles: Una monocapa global de OH \/ H2O, hielo de agua polar subsuperficial y agua superficial polar escarchada. La presencia de vol\u00e1tiles, y en particular de agua, podr\u00eda influir en las actividades de exploraci\u00f3n del espacio en la Luna y m\u00e1s all\u00e1. Tambi\u00e9n podr\u00edan proporcionar informaci\u00f3n importante sobre el transporte vol\u00e1til y el origen del agua tanto en la Luna como en la Tierra. Fuente: The Planetary Society<\/a><\/em>. <\/em>Fin del Intermedio.<\/em><\/p>\n En diciembre de 2013, China logr\u00f3 aterrizar el veh\u00edculo Chang’e-3, equipado con un peque\u00f1o veh\u00edculo, Yutu, en el norte de Mare Imbrium. Este logro ha roto un hiato de 37 a\u00f1os en la exploraci\u00f3n de la superficie lunar, siendo el primer alunizaje suave controlado en la Luna desde la misi\u00f3n rob\u00f3tica sovi\u00e9tica Luna 24 en agosto de 1976. Entre otros experimentos, Yutu llev\u00f3 un instrumento de radar penetrante para estudiar la estructura de los regolitos subsuperficiales, y es la primera vez que un instrumento de tales caracter\u00edsticas se ha desplegado en la superficie lunar.<\/p>\n Planes actuales para la futura exploraci\u00f3n lunar en el corto plazo<\/em><\/p>\n En el intervalo de tiempo, desde hoy hasta el 2022, hay planes tentativos para un cierto n\u00famero de alunizajes rob\u00f3ticos, aunque cierto es que permanecen no confirmados y las fechas compromiso son inciertas.<\/p>\n Basados en el \u00e9xito de la Chang\u2019e-3, China probablemente env\u00ede las misiones Chang\u2019e-4 y Chang\u2019e-5 alrededor del 2018 y 2019, respectivamente. Dependiendo del \u00e9xito de las misiones previas, Chang\u2019e-5 tiene como uso intencionado el ser una misi\u00f3n con retorno de muestras (La primera desde Luna 24 en 1976), aunque su sitio de alunizaje a\u00fan no ha sido determinado del todo. En el mismo intervalo, Jap\u00f3n tiene la intenci\u00f3n de desplegar un rover\/orbiter, la misi\u00f3n Selene-2, y la India ha declarado la intenci\u00f3n de regresar a la Luna con su misi\u00f3n Chandrayaan-2.<\/p>\n Rusia tiene planes para un conjunto cada vez m\u00e1s sofisticado de orbitadores y m\u00f3dulos de aterrizaje (que se denominar\u00e1n Luna-Glob o coloquialmente, Luna 25-29) a partir de 2024 (Si no se vuelve a posponer), de los cuales Luna 29 se prev\u00e9 sea una misi\u00f3n de retorno de muestra desde una localidad casi polar. En el marco temporal 2018-20 parece probable, aunque a\u00fan no confirmado, que se despliegue la Misi\u00f3n de prospecci\u00f3n de recursos de los EE. UU. Con su carga \u00fatil RESOLVE (‘Regolith and Environment Science and Oxygen and Lunar Volatile Extraction’). para investigar dep\u00f3sitos vol\u00e1tiles lunares de alta latitud. Adem\u00e1s, hacia el final de esta d\u00e9cada, la NASA apunta a desplegar su Veh\u00edculo tripulado de exploraci\u00f3n tripulado ‘Orion’ al segundo punto Tierra-Luna Lagrange, que, aunque no proporcionar\u00e1 acceso a la superficie, puede facilitar la exploraci\u00f3n de la superficie del lado lejano. actuando como un rel\u00e9 de comunicaciones y como un nodo para la tele-operaci\u00f3n de instrumentos de superficie. Rusia est\u00e1 planeando el inicio de la construcci\u00f3n de una colonia humana en la Luna para el 2030.<\/p>\n En los \u00faltimos a\u00f1os se han llevado a cabo una gran cantidad de estudios lunares adicionales (Se publicar\u00e1 informaci\u00f3n sobre algunos de ellos en una entrada posterior), pero hasta la fecha ninguno ha recibido fondos ni apoyo de agencias espaciales. Tambi\u00e9n vale la pena se\u00f1alar que, adem\u00e1s de las actividades dirigidas por el gobierno, la pr\u00f3xima d\u00e9cada tambi\u00e9n podr\u00e1 ser testigo de desembarcos lunares financiados con fondos privados, realizados en pos del Premio Google Lunar X u otras iniciativas privadas, aunque las oportunidades cient\u00edficas presentadas por estas misiones relativamente peque\u00f1as a\u00fan no se han determinado.<\/p>\n Referencias<\/strong><\/p>\n The Scientific Context for Exploration of the Moon<\/a><\/p>\n National Research Council.<\/p>\n The National Academies Press.<\/p>\n \n New views in lunar geoscience: an introduction and overview<\/a><\/p>\n Hiesinger H, Head JW.<\/p>\n \n The constitution and structure of the lunar interior<\/a><\/p>\n Wieczorek M et al.<\/p>\n \n Astrobiology: what can we do on the Moon?<\/a><\/p>\n Cockell CS.<\/p>\n \n