Factores Ambientales o Físicos
Un elemento importante del cambio en la conducta, el cual frecuentemente es omitido en las teorías y modelos de cambio conductual, es la importancia de los factores ambientales o físicos, tales como el diseño de las instalaciones, selección de equipos y herramientas de trabajo, en la voluntad de una persona para realizar determinado comportamiento. En otras palabras, esos factores ambientales o físicos son parte de un sistema total e influyen en las acciones y conducta de una persona. En la siguiente figura se indica que los factores físicos son uno de los tres principales componentes de un sistema de gestión de inocuidad.
Claramente, cuando se trata de la gestión de inocuidad alimentaria, el tener los componentes físicos fundamentales del sistema en el sitio, es crítico. Las instalaciones deben estar diseñadas con la inocuidad alimentaria y las prácticas de limpieza en mente, y deben cumplir con todos los estándares normativos relevantes. El equipo adecuado debe ser seleccionado para el trabajo a desempeñar. Y se debe proporcionar a los empleados los utensilios adecuados necesarios para que lleven a cabo sus tareas. Para ilustrar este punto, veamos algunos de los componentes físicos fundamentales. En las instalaciones donde procesamos alimentos, los pisos, paredes, recubrimientos de paredes y pisos, y techos, deben ser diseñados, construidos e instalados, con una superficie suave y fácilmente lavable; Las aberturas exteriores deben estar protegidas contra el ingreso de plagas; Las puertas deben ser de construcción sólida y, en la medida de lo posible, contar con dispositivos de cierre automático. Los equipos y utensilios deben estar diseñados y construidos para ser durables y mantener sus características bajo condiciones de uso normal. Las instalaciones de lavado de manos deben estar localizadas de manera tal que permitan a los empleados un fácil acceso tanto a la salida de los sanitarios como de los comedores, y antes de ingresar a las áreas de manufactura de alimentos. Dado que los requisitos físicos son demasiado numerosos para enlistarlos aquí, es suficiente decir que el tener los componentes físicos adecuados en el sitio es básico si se está buscando tener un sistema de gestión de inocuidad alimentaria efectivo.
Como es de esperar, con frecuencia, los factores físicos o ambientales están directa o indirectamente relacionados con el comportamiento. Citando un ejemplo sencillo, considerando el comportamiento al momento de lavar las manos. Si se espera que el personal lave sus manos antes de iniciar el trabajo y después de realizar ciertas tareas, aún si han sido capacitados en la importancia del lavado de manos, el tener una instalación convenientemente localizada, incrementará la posibilidad de que el personal lleve a cabo dicho requisito. Ahora, imaginen un escenario donde el personal está extremadamente ocupado y con tiempo apenas suficiente para cumplir con las órdenes de trabajo. ¿Creen ustedes que de manera consistente se darán el tiempo para ir a lavar sus manos, si necesitan abandonar el área de trabajo, recorrer una larga distancia y, regresar a su trabajo?
Pero el diseño de las instalaciones, selección de equipos y utensilios de trabajo, no son siempre suficientes para explicar el comportamiento. Para aclarar este punto, retomemos el comportamiento de lavado de manos. ¿Qué creen que motivaría a una persona el lavar sus manos después de utilizar el baño? ¿El simple hecho de instalar convenientemente una estación de lavado de manos funcional y diseñada de manera adecuada? ¿Cuántas veces hemos estado en un baño público que cuenta con equipos manos-libres, convenientemente instalados? ¿Han observados personas que se retiren sin lavarse sus manos? Estoy seguro que lo han experimentado. Es muy común. De hecho, en EEUU, un estudio publicado por la American Society of Microbiology en 2005, indicaba que el 91% de los adultos encuestados, si lavaba sus manos después de utilizar baños públicos, pero, a nivel observacional, solo el 83% realizaban esta actividad. En muchos casos, la conducta no deseada (En este caso, el que una persona opte por no lavar sus manos después de utilizar el baño) no es debido a que las instalaciones no sean las adecuadas. La razón de esta conducta se debe a otros factores (No necesariamente físicos). La decisión de una persona de utilizar la estación de lavado de manos, con frecuencia va más allá del diseño de las instalaciones o el tener las herramientas adecuadas. Es más complejo que esto. Muchas veces, para gestionar, formar y alcanzar el comportamiento deseado, debemos tener en cuenta otros elementos del sistema, no solo los físicos.