Orígenes del Viento Solar
Las nuevas observaciones de la fotósfera y la corona inferior han revelado información importante sobre los mecanismos de calentamiento de la corona, que es, en última instancia, el conductor del viento solar. Las imágenes cromosféricas de alta resolución del Telescopio Óptico Solar Hinode dio a conocer la dinámica implacable y estructuras contorsionadas. Se descubrió un nuevo tipo de espícula (Chorro radial de plasma) que puede desempeñar un papel fundamental en la transferencia de masa y energía a la corona. Las imágenes EUV del Ensamble de Imágenes Atmosféricas (Atmospheric Imaging Assembly) del SDO han puesto de manifiesto que los bucles coronales no pueden estar en un estado de equilibrio como se creía anteriormente. Por otra parte, las firmas de fraccionamiento elemental, idénticas a las de los tranquilos arcos coronales, han sido observadas en el viento solar lento.
La transición de la cromosfera al viento solar se rige por el campo magnético de la corona. Sin embargo, Hinode y SDO pueden medir el campo fotosférico pero no el campo magnético de la corona. Dos avances de la última década prometen llenar este vacío de información: las primeras observaciones se realizaron del campo vectorial cromosférico completo en el disco, y los primeros mapas fueron obtenidos del campo coronal arriba del limbo solar utilizando observaciones basadas en tierra. Otros avances en la medición de la materia coronal son cruciales para la comprensión de los orígenes del viento solar y el conductor de la actividad solar y su impacto sobre el medio ambiente espacial de la Tierra.
Se realizaron progresos significativos hacia alcanzar el cierre entre las teorías/modelos y observaciones. Las primeras simulaciones numéricas magnetohidrodinámicas (MHD, MagnetoHydroDinamic) tridimensional a escala global semi-realistas se llevan a cabo con la resolución espacial suficiente para permitir la comparación con las observaciones modernas (Como se puede ver en la siguiente imagen). El modelado de la cromosfera sin embargo, sigue siendo un reto importante, ya que en esta región la descripción clásica del transporte de energía comienza a romperse y las escalas espaciales dinámicamente importantes no pueden ser resueltas. Las simulaciones numéricas tridimensionales no pueden abordar todos los componentes físicos de escalas mayores que unos cuantos gránulos o un supergránulo, pero muchos de estos desafíos podrán superarse en la próxima década, si se asignan los recursos suficientes para estos esfuerzos.