En la industria, no podemos permitirnos el tomar atajos para proteger nuestros productos, nuestro negocio y principalmente, nuestros consumidores, por ello, he aquí diez recomendaciones que espero sean de utilidad.
10. Compartir información.- Los manufactureros de alimentos y las cámaras de comercio tienen información que puede hacer contribuciones significativas para mejorar la inocuidad y calidad de los alimentos. Permitan que esta información sea pública, de forma que todos puedan utilizarla.
9. Recordemos que Internet no es el principio y el fin.- Los técnicos deben darse cuenta de que Internet no es la fuente definitiva de información. No todo bit de trabajo relacionado con la ciencia de los alimentos ha sido digitalizado; existe información valiosa en referencias viejas y trabajos de investigación impresos. Si los investigadores ‘cavan’ en trabajos de las décadas de 1920 y 1930 encontrarán datos interesantes.
8. Los laboratorios de análisis contratados deben explicar los datos.- Algunos laboratorios de análisis externos no se ‘toman la molestia’ de explicar la información y/o reportes que generan. Muchas compañías utilizan este tipo de laboratorios debido a que no tienen un laboratorio propio o el costo de algunos equipos se encuentra fuera de su presupuesto. Estas compañías no solo necesitan los resultados, sino una explicación de los mismos.
7. Démonos cuenta que la buena ciencia no se realiza en 140 caracteres o menos.- Los medios sociales son una maravillosa herramienta, pero solo dan micro-conceptos acerca de la ciencia y la dificultad en educar miembros de la industria y el público, con explicaciones de inocuidad no debe intentarse con solo un tweet. Como lo mencioné al principio, no podemos tomar atajos en proteger nuestros productos, nuestra industria y nuestros clientes. La recomendación es que, cuando vean información en un tweet, revisen que tenga un vínculo asociado, de forma que puedan leer un artículo completo y de preferencia, que incluya referencias que de soporte a la información publicada.
6. Entender los controles normativos, no solo la semántica, es la clave de la inocuidad.- En este año 2012, más normas de la FDA en la FSMA (Food Safety Modernization Act) se aplicarán. La FDA ha comenzado a utilizar el término “Controles Preventivos” en sus documentos. Algunos colegas estadounidenses me han comentado que la FDA lo está expresando de esta manera porque no desean hacer una declaración pública de que la FSMA lo que hace en realidad es que HACCP sea obligatorio en la industria alimenticia. Así que, si un manufacturero de alimentos no tiene un plan HACCP, no tendrá mucha participación de mercado.
5. Los auditores entiendan que su rol es evaluar la efectividad del programa.- Las auditorias de tercera parte son un ‘hecho de la vida’- Los esquemas aceptados por la GFSI (Global Food Safety Initiative) están ganando gran aceptación debido a la demanda del mercado. Si una compañía cumple con lo establecido en una auditoria GFSI, no se le solicitará adoptar otro esquema o solicitar otra auditoria. Pero en muchos casos, la calidad de la auditoria depende de la calidad del auditor. El rol del auditor debe ser el programa instalado en el lugar, que se esté siguiendo y que sea efectivo, una auditoria no debe convertirse en un ‘checklist’.
4. Los manufactureros de alimentos no deben tomar la sanidad como una garantía.- Cuando se evalúan brotes de enfermedades causadas por alimentos, la causa raíz está casi siempre relacionada con la sanidad: alguien no limpió la línea de manera adecuada, un operador falló en lavarse las manos, no se aisló el área mientras se realizaban trabajos de construcción o de mantenimiento, y un largo etcétera. Los programas de sanidad necesitan validarse cuando son establecidos, se tienen que verificar de forma periódica y auditarlos para asegurarse de que se siguen. La frecuencia de estas evaluaciones depende del producto, los procesos y la eficacia del programa.
3. Los líderes deben escuchar a su personal técnico.- Algunos gerentes o personal con toma de decisión no tienen demasiada fe en su personal técnico. Sus empleados tienen buenas ideas, no se esperen a que venga un consultor externo a traer ideas que estás disponibles (Pero frecuentemente pasadas por alto) en ‘casa’.
2. Los consumidores deben entender que son parte de la inocuidad.- Las estadísticas muestran que un número significativo de las enfermedades provenientes de alimentos vienen de aquellos que se preparan en casa. ¿Cuántas cocinas tienen un termómetro para carne? ¿Cuántos consumidores lavan de forma adecuada las frutas y las verduras? La educación de los consumidores es esencial para asegurar la salud pública.
1. Hagamos que Bill Marler se quede en quiebra.- No, no es que le esté deseando mal a nadie. William Marler es el director de la firma legal Marler Clark la cual representa querellas en casos relacionados con enfermedades producidas por alimentos. Lo he escuchado expresarse un sinnúmero de veces y la verdad impresiona con sus ideas acerca de las responsabilidades y obligaciones de la industria en la protección de la salud pública. Y en casi todos sus discursos, incluye la expresión “Put me out of business (Envíenme a la quiebra)”. Como industria, debemos ir en busca de ese objetivo.